Durante la primera etapa de la actual revolución de las masas de Túnez que pusieron en pie sus propios organismo de auto-gobierno, los llamados Comités de Protección y Supervisión de la Revolución. Estos comités están formados, principalmente por los trabajadores, desempleados, los campesinos pobres y se basaron en la destrucción de las comisarias, desarmando la policía y armando a las masas. El imperialismo mediante sus ONGs en Túnez está mostrando que ellos quieren poner en pie un consejo gobernante de “protección” de la revolución. Esto es un intento de jaquear la revolución y neutralizala y sacarla de su esencia. Cualquier consejo que se proclame “salvador” de la revolución debe ser basado en delegados de todos los comités de base, basados en el desarme de la policía, desbandando al ejército y armar a las masas. La composición de todos esos comités y consejos, desde arriba hacia abajo, debe de excluir a la clase media alta, cualquier capitalista, cualquier miembro de la casta de oficiales del ejército, cualquier carrerista. Esos consejos pueden solo tener un significado si es basado en la expropiación de todos los capitalistas en Túnez y todos los bienes imperialistas, sin indemnización a los capitalistas, y bajo control obrero. La amenaza del golpe militar La dirección de la UGTT está vinculada a la peligrosa tarea de dar apoyo abierto a la dirección del ejército, el General Rashid Ammar solo porque él dio órdenes al ejército de no disparar a los manifestantes. El imperialismo fue el que le sugirió al general que no dispare a los manifestantes porque el ejército conscripto hubiera desobedecido e ido del lado de la revolución. Los soldados no hubieran disparado a sus propias familias. El imperialismo se da cuenta de esto y maniobra para mantener el control del ejército. La dirección de la UGTT (y la izquierda que los apoya) juegan el rol de traidores, impulsando la postura de un agente del imperialismo, el General Ammar. Si el imperialismo no puede controlar a las masas, el imperialismo debería resolverlo con un golpe militar. Pero esto solo puede pasar con un baño de sangre de las masas ya que el dominio del General sería basado, no solo en el ejército, sino que en la policía odiada. El general no expropiará los capitalistas tunecinos ni tampoco a los bienes imperialistas. Estando atado al capital, el general continuar´´a la ofensiva con los altos precios y el mayor desempleo contra las masas –no una “defensa” de la revolución, sino derrotándola. Más que nunca los comités de base en Kasserin y otras áreas necesitan incorporar soldados rasos en sus filas, entrenando y armando a las masas, preparandose acortar e impedir una posible contrarrevolución por el imperialismo. El imperialismo esta preparando día y noche atacar y derrotar la revolución. Llamamos a la clase obrera en los países vecinos: Argelia, Libia, Francia, Italia, Grecia, España y más allá en Marruecos, Egipto, Turquía, Alemania, Inglaterra, Portugal, Arabia Saudita, Iraq, Rumania, Rusia, EE.UU para preparar el levantamiento en defensa de la Revolución de Túnez, contra sus propios regímenes. Fuera todos los dictadores, ya sean militares o posicionándose como “constitucional democrático”. Obama y Sarkozy tienen sangre en sus manos. Sobre el supuesto período de duelo de tres días
El régimen tunecino del RCD es un lacayo del imperialismoSon el imperialismo francés y de EEUU los principales responsables de la hambruna de las masas tunecinas. Cuando la dominación colonial directa del imperialismo francés ya no era más posible, bajo la amenaza de la revolución por parte de las masas tunecinas, a Túnez se le otorgó una independencia política limitada en 1956. El manejo de la economía fue dado a una elite local mientras en realidad el imperialismo mantuvo el control de lo más importante de la economía. Este proceso fue replicado en toda África donde la clase media local usurpó la lucha revolucionaria de las masas. El rol del stalinismo (y de la “izquierda” que capitula ante ellos) apoyando la dominación imperialistaLos Partidos Comunistas Stalinistas (PC´s) jugaron un importante rol contrarrevolucionario rehusándose a llamar a la clase obrera a que tome el poder en sus propias manos y apoyando a la pequeño burguesía local (dirigiendo los movimientos revolucionarios nacionales) para convertirse en nuevos gerentes del imperialismo. Los pan-africanos que tomaron los países, montándose sobre las espaldas de las masas de África, también fueron sostenidos por la “izquierda” de todo el mundo que los etiquetaban como líderes “socialistas”. Incluso Mugabe, Nasser y Bourguiba (el primer presidente del gobierno tunecino del RCD) fueron también etiquetados como “socialistas” en ese entonces por la “izquierda”. Lo que era central para el control de las masas era la visión de “socialismo nacional”, en otras palabras, la posibilidad de lograr el socialismo en una semi-colonia sin la clase obrera teniendo que tomar el poder en los centros imperialistas. Es más, el camino al socialismo, así los PC´s argumentaban, requería de la dominación durante muchos años de la clase Media Africana. Así, la política del estalinismo y la capitulación de la “izquierda” mundial al estalinismo es lo que sostuvo el saqueo imperialista en África durante los últimos 60 años. Específicamente, mientras el RCD se mantenía con una brutal dominación policíaca desde 1956 (hay 150.000 policías en Túnez), el imperialismo también sostenía al régimen tunecino a través del apoyo del movimiento de los sindicatos, la UGTT, y principalmente del apoyo del estalinismo (a través del PC-el Ettajdid) y los maoístas (PCOT) y la “izquierda”, todos ellos dirigen en diferentes grados estos movimientos sindicales. Los dirigentes de la UGTT han consistentemente apoyado el régimen del RCD a través de las masacres de las masas por años; apoyaron los programas estructurales de ajuste del FMI, el colapso de la agricultura auto-suficiente como parte de las demandas de la imperialista OMC y al principio, abiertamente se opusieron a esta revolución de las masas tunecinas. Acordaron enviar 3 dirigentes a ser parte del gobierno de “unidad” del RCD, hasta que las masas rodearon sus cuarteles (locales) y amenazaron con derrocar a toda la dirección de la UGTT. Aún cuando las masas estaban en las calles tirando el régimen del RCD (luego el imperialismo le dijo a Abedine Ben Ali que tome el próximo vuelo a Arabia Saudita), los dirigentes de la UGTT estaban todavía diciendo que estaban preparados a aceptar a Ghannouchi “Primer Ministro”, siendo él mismo un ministro del RCD desde 1999. (Ghannouchi es un ex director del FMI imperialista-Fondo Monetario Internacional). La dirección de la UGTT es uno de los principales pilares del imperialismo para controlar a las masas. A esto le sigue que la tarea más inmediata de las masas revolucionarias es extender las estructuras en lucha de los Comités para la Protección y Supervisión de la Revolución a todos los lugares de trabajo, granjas, minas, de hecho en todas las esquinas de Túnez, estos comités necesitan estar centralizados en un consejo nacional de los Comités de Protección y Supervisión de la Revolución, con delegados de los comités regionales y locales, con delegados de todos los lugares de trabajo, delegados de desocupados, de los campesinos pobres, de los soldados de base. Como parte de estos comités debe de generalizarse la milicia obrera armada que dirigirá a las masas para derrotar a los bandidos armados del régimen de Ben Ali y pondrá en desbandada y dislocará completamente todas las comisarías, el bastión de Ben Ali y del terror imperialista durante años. Es este Consejo Central de delegados de los Comités Regionales y Locales de Protección y Supervisión de la Revolución el que debe tomar el poder en sus propias manos y constituir el gobierno obrero y de campesinos pobres. Esto puede ser solo basado en la expropiación de la clase capitalista tunecina y todos los bienes imperialistas. A esto le sigue como una tarea democrática inmediata la expulsión de la dirección pro-imperialista de la UGTT, comenzando por Abdessalem Jared, y purgar la estructura estalinista de la UGTT que está basada en un control burocrático de una pequeña camarilla. Ghannouchi es un verdadero Principe Lyvov (una herramienta del imperialismo para intentar y darle un final a la crisis capitalista de régimen y evitar que la clase obrera tome el poder). ¡Él y su gobierno de “unidad” deben irse ahora! El imperialismo siempre sostiene a muchos agentes (diferentes partidos políticos y/o diferentes dirigentes), entonces, cuando un agente se desprestigia ante los ojos de las masas, trabajan para retomar el control a través de otros agentes que han estado preparando desde hace tiempo.
De repente, los que habían sostenido la ofensiva imperialista contra la clase obrera, ahora posan como los más “democráticos”, tratan de cubrir su apoyo a la dictadura de Ben Ali. Ellos prometen el mundo, en tanto y en cuanto las masas no tomen en sus propias manos los bienes del imperialismo y las tareas de auto-gobierno. Cuando le sirve al imperialismo, usan dirigentes laicos como Ben Ali para controlar a las masas; en otros casos no dudan en usar dirigentes religiosos para aplastar a las masas; por ejemplo, el régimen Saudí, Osama Bin Laden y Mujahideen en Afganistán contra la invasión estalinista, etc. El imperialismo envió a Khomeini a infiltrar y decapitar la revolución obrera iraní de 1979 desde adentro (30.000 militantes fueron ejecutados en 2/3 años de Khomeini tomando las riendas del poder político). En otros casos, usan dirigentes sindicales como Lech Walesa que fue usado por el imperialismo para estrangular la revolución obrera polaca. Lo que une a R. Ghannouchi y Marzouki es su llamado a la “paz” y el “fin a la violencia” que en el contexto actual significa mantener intacto el aparato represivo del asesino régimen y evitar que las masas armadas hagan justicia obrera. Están compitiendo para convertirse en los nuevos gerentes del imperialismo para controlar a las masas tunecinas. Se dieron cuenta que ellos no jugaron ningún rol en el actual estadío de la revolución y son los que están proponiendo que las elecciones se pospongan por 6 meses para darles tiempo a ellos a construir alguna credibilidad en las masas así pueden traicionar mejor. Los dirigentes de la central UGTT están llamando a un “gobierno de Salvación” con aquellos del estilo de R. Ghannouchi y Marzouki. En otras palabras, también apoyan mantener a la policía asesina y a todo el aparato represivo. El USFI, con el apoyo a la dirección nacional y regional de la UGTT, también apoyan la política de mantener el aparato represivo del estado, de los trabajadores siendo una minoría en los comités que lidien con los crímenes del régimen de Ben Ali, de la nacionalización de la propiedad burguesa del régimen de Ben Ali-es decir- no bajo control obrero (el USFI no viene en apoyo de la expropiación de la propiedad capitalista sin compensación y bajo control obrero). El verdadero carácter capitalista del gobierno de “unidad” y del “gobierno nacional de salvación” es desenmascarado mediante la tarea central: romper con la burguesía, la cual toma la forma de ¡Expropiación a Ben Ali, de todos los capitalistas de Túnez y de toda la propiedad imperialista y los bancos, sin compensación a los capitalistas, y bajo control obrero! Esta es la única base sobre la cual un gobierno de los trabajadores y campesinos pobres puede ser formado. Lo que se necesita es una Republica Soviética, no que vuelva al “parlamentarismo”, el cual es otra forma de dictadura de la clase capitalista y así del imperialismo. El imperialismo controlaba la economía de Túnez, controlan la economía del Norte de África, la producción de petróleo mundial y efectivamente todo el mundo semi-colonialMientras Túnez produce 92.000 barriles de petróleo por día, solo refina 32.000 de estos y debe importar la mayoría de su requerimiento diario de combustible. Aún Irán que es uno de los líderes en producción de petróleo debe importar sus requerimientos de petróleo. Por esto, es un mito que los países de la OPEP controlan la producción mundial de petróleo. La producción mundial de petróleo es controlada por aquellos que controlan las refinerías de petróleo mundiales; están en su mayoría en manos del imperialismo. A través del control de las refinerías de petróleo, el imperialismo francés a través de la Total todavía controla la economía tunecina. El régimen capitalista de EEUU también tiene una gran tajada en el control de los hidrocarburos de Túnez. El régimen de EEUU ha tenido vínculos con el régimen tunecino por 200 años. El imperialismo de EEUU y francés compiten entre ellos por el control de las fuerzas represivas tunecinas del estado. El imperialismo de EEUU y francés han sostenido desde 1956 el régimen brutal del RCD. La privatización de las propiedades del estado, mantener a Túnez como un campo de esclavos para los imperialismos de EEUU, francés, italiano, alemán y español; el tratado de libre comercio con la UE que debería haber sido efectivo en el 2011 mientras Túnez ya tiene un tratado de libre comercio con el imperialismo de EEUU, todo demuestra que el imperialismo estaba realmente controlando Túnez a través del régimen de Ben Ali y el RCD. Es el imperialismo el que regula el tamaño de la clase media tunecina y suprime el crecimiento de cualquier clase capitalista independiente tunecina. Es el imperialismo el que fue directa e indirectamente responsable de la hambruna de Mohamed Bouazizi y los cientos de miles, millones de Bouazizis en la región, en toda África, en todo el mundo. Ahora que su lacayo ha sido desprestigiado, trabajan día y noche para instalar un nuevo régimen capitalista que el imperialismo va a seguir controlando. Argelia, luego de 48 años de “independencia”, todavía solo tiene un producto para exportar, el petróleo crudo. Toda África, y las semi-colonias y colonias son exportadoras de materias primas, productos no-procesados o se han convertido en plantas ensambladoras y depósitos para la producción controlada del imperialismo. Arabia Saudita no es nada más que un campo de esclavos del imperialismo de EEUU que controla la producción de petróleo, sostiene el régimen brutal directamente a través de las bases militares yanquis e indirectamente a través del régimen fascista de Israel. Ha llegado la hora de sacarse de encima todos los regímenes brutales lacayos que controlan a las masas en nombre del imperialismo.El imperialismo está temblando. Las masas tunecinas les están mostrando el camino a los obreros de China, Japón, Corea, Arabia Saudita, Argelia, Bolivia, México, Congo, EE.UU., Francia, Rumania, Rusia, Zimbabwe, etc, de cómo pelear y derrotar la ofensiva capitalista mundial, es decir, con una revolución obrera y el derrocamiento revolucionario del régimen capitalista. Es más, la relación del imperialismo con las semi colonias y colonias muestra que para que las revoluciones mundiales “tunecinas” avancen al socialismo, tienen que ser extendidas a los centros imperialistas, sino la contrarrevolución imperialista tarde o temprano estrangula la revolución. Con la reciente ola de revueltas en Europa, en Grecia, en Francia, Rumania, Irlanda, España, Portugal no hay nada que asuste más al imperialismo que la perspectiva de la clase obrera en estos países rompiendo con las direcciones traidoras en el movimiento obrero, aplastando el régimen capitalista y tomando el poder en sus propias manos. Una Francia Soviética, por ejemplo, inmediatamente encendería la revolución obrera en todas las colonias y semi-colonias francesas. Para que los obreros que mueren de hambre en el patio trasero de las potencias imperialistas europeas vivan, Maastricht necesita morir. La clase obrera en el Norte de África, Europa del Este y Medio Oriente necesita unirse con sus hermanos y hermanas de clase en los centros imperialistas europeos-somos un sola clase- una revolución. Por una Federación de Estados Obreros Socialistas de Europa. Un EEUU soviético impulsaría un salto gigantesco hacia el socialismo ya que todos los regímenes capitalistas alrededor del mundo inmediatamente estarían bajo la amenaza de la revolución obrera. Cualquier revolución obrera en un país imperialista haría temblar el régimen capitalista mundial y abriría el camino al Socialismo. Esta es la visión que hace que el imperialismo a pesar de sus diferencias entre ellos, trabajen juntos en contra de la revolución tunecina y de hecho de cualquier revolución “tunecina” en el mundo. El NPA, el USFI y otros reformistas llaman por la confiscación de la riqueza de Ben Ali, pero no llaman por la expropiación de la propiedad imperialista. Ellos no levantan en Francia, donde ellos están asentados que “¡El enemigo está en casa!” y que la clave para la revolución tunecina es que la clase obrera en Francia tome el poder. Así, ellos juegan el mismo rol de clase que los Estalinistas que aíslan las revoluciones en las semi-colonias de la revolución en los centros imperialista. El NPA levanta demandas económicas cuando la tarea central en este momento es que la clase obrera, organizada independientemente, tome el poder en sus propias manos. La clave para la revolución en el Norte de África es que la clase obrera tome el poder en Europa, destruyendo Maastricht y formando una Federación de Estados Socialistas Soviéticos de Europa.
El carácter de la revolución tunecina y quién la acaudillaLos campesinos de granjas constituyen menos del 20% de la fuerza de trabajo mientras que hace 30 años atrás constituían casi el 50%. Hoy, 15% de los granjeros son dueños de granjas de 20 hectáreas cada uno y producen 62.5% del total de la producción agrícola. El 85% de los granjeros tiene un promedio de 6 hectáreas y se ganan la subsistencia a duras penas, produciendo 37.5% del total de la producción agrícola. Varias de las grandes granjas son joint ventures con compañías imperialistas. El imperialismo ha re-localizado varias de sus fábricas textiles y del metal a Túnez sacando ventaja de la mano de obra barata y las condiciones represivas. El resto de la fuerza de trabajo está constituida por el sector público (mayoría turismo) y trabajadores industriales. Esta revolución ha sido dirigida por los trabajadores industriales y los trabajadores desocupados y sectores de la clase media arruinada (en realidad semi-proletaria). Túnez ilustra que el control imperialista de la semi-colonia no puede otorgar plenos derechos democráticos básicos; también muestra que la pelea de las masas por derechos democráticos plenos debe significar que solo los obreros pueden acaudillar tal lucha hasta el final y estos derechos solo pueden ser alcanzados por la clase obrera tomando el poder. Desde el 4 de enero, en varias ciudades como Kasserin, las masas derrotaron a la policía en las calles, la desarmó, destruyó las comisarías y puso en pie sus organismos de auto-gobierno, llamaron a los comités para la protección y supervisión de la revolución. Estos comités tomaron las oficinas de la regional local de la UGTT y las usaron como centros de organización. Parecería haber confusión en las bases de la clase obrera (activamente promovidas por Ettajdid, PCOT, USFI y el Comité de Enlace de “Trotskistas”) apoyando el llamado a un gobierno de “salvación nacional”, en otras palabras, que ellos no deberían tomar el poder en sus propias manos sino que deberían abandonarlo (dárselo NT) a un nuevo gobierno burgués en tanto y en cuanto este no esté ligado al régimen de Ben Ali. Es una tarea inmediata poner en pie comités de protección y supervisión de la revolución, en cada región de la clase obrera y en cada puesto de trabajo basados en una representación proporcional con una mayoría obrera en cada estructura, con el derecho de revocar al instante, con delegados obreros de cada lugar de trabajo, representantes de los desocupados y delegados de los soldados de base que apoyen la revolución. En áreas rurales y de granjas debería haber consejos de protección y supervisión de la revolución compuesta de trabajadores rurales y separar estos consejos para los campesinos empobrecidos. Debería haber un llamado a una reunión nacional de delegados de todos los comités de protección y supervisión de la revolución, para coordinar la lucha contra el régimen de Ben Ali y el gobierno de “unidad” y contra el imperialismo. Resúmen de demandas democráticas inmediatas:1- Abajo el régimen de Ben Ali, que ahora posa como un gobierno de “unidad” sin Ben Ali.
Sobre el llamado del USFI y el PCOT a que se convoque a una Asamblea ConstituyenteAquellos que hacen el llamado por una Asamblea Constituyente quieren estrangular la revolución tunecina.¿Cómo es posible que este gobierno de “unidad”, que está atado por miles de lazos al imperialismo pueda convocar a una Asamblea Constituyente soberana que esté libre de influencia del imperialismo? Este régimen es el mismo que ha masacrado durante los últimos 55 años y que aún dispara a los manifestantes. Este régimen está respaldado por 150.000 policías y el imperialismo mundial. ¿Piensan que pueden solo sentarse en una mesa y persuadirlo de que entreguen el control a una Asamblea Constituyente? Incluso, si el imperialismo acuerda que todo el régimen de un paso al costado y que todos los miembros de su gobierno de salvación nacional pueden poner en pie una Asamblea Constituyente, ¿Cómo se realizaría? Ya R. Ghannouchi y Marzouki quieren que las masas esperen otros 6 meses. Las masas están hambrientas ahora. Su “gobierno de salvación nacional” será protegido por la policía asesina y, por su propio programa, no expropiará al imperialismo. El imperialismo exige sus ganancias y solo obtendrán la cantidad necesaria si aumentan el nivel de hambre de las masas. Su gobierno de salvación, con su policía y aparato represivo del viejo régimen, se verá forzado a aplastar a las masas, una vez más estará salvando a los imperialistas y no a la clase obrera. ¡Adelante! ¡Organicen su Asamblea Constituyente ya! Las masas inmediatamente votarán por el final del régimen de Ben Ali, por la expropiación del imperialismo, por el desmantelamiento de la policía. Es por esto que el imperialismo y los partidos burgueses están haciendo todo lo posible para posponer incluso estas elecciones burguesas. No pueden darse el lujo ni siquiera de una democracia burguesa completa para Túnez ni para ninguna semicolonia del planeta. Las masas están llamando a derrocar el régimen de “unidad” de Ben Ali ahora. Este es el camino para conquistar las condiciones para convocar una Asamblea Constituyente. Pero una vez que los obreros hayan tomado el poder en sus manos, por qué deben dárselos a una estructura que contenga partidos burgueses, partidos que quieren ser gerentes del imperialismo, que no pueden cumplir ni una sola demanda democrática de las masas. Mientras más pelean por un gobierno de “salvación” que contenga partidos burgueses y que supuestamente prepare la Asamblea Constituyente, más y más las masas se darán cuenta que necesitan sus propias estructuras, como los Comités de Protección y Supervisión de la Revolución, estructuras soviéticas, para tomar el poder en sus manos. El peligro de la “Caravana por la liberación”Marchar sobre las instituciones centrales en Túnez es excelente pero los dirigentes de la UGTT y el USFI tienen otras ideas, ellos usurpan los pasos audaces que las masas quieren tomar, es decir, mediante acciones de masas revolucionarias derrocar todos los desechos del gobierno de “unidad” de Ben Ali. Envian a las masas, desarmadas a desahogarse, a presionar al régimen para que su gobierno de “Salvación” tome el poder (en otras palabras para que estos sectores de la clase media y la clase media alta actualmente excluida, formen parte, tomando todo los jugosos negocios de ser parte del gobierno) Sin sacar la presión sobre el régimen por ningún momento, se necesita generalizar los Comités de Protección y Supervisión de la Revolución en todos los lugares de trabajo, granjas y en todo Túnez, realizando un Consejo Central de todos estos comités con delegados de los trabajadores rurales y urbanos, de los campesinos pobres, y de todos los demás sectores en lucha, de los desocupados, de los soldados rasos. Es este Consejo Central armado o Soviet el que debe constituirse en sí mismo en Túnez y dispersar al régimen capitalista del gobierno de “unidad” o “salvación”. El llamado central nuevamente debe ser romper con la burguesía, es decir, expropiar toda la propiedad del régimen de Ben Ali, de los capitalistas tunecinos y de todos los imperialistas, sin indemnización a los capitalistas y ponerlos bajo control obrero.
Hacia la refundación de la IV InternacionalQue el régimen asesino del RCD fuera un miembro de la Internacional Socialista durante muchos años demuestra que la Internacional Socialista no tiene nada que ver con el socialismo pero todo que ver con el mantenimiento del dominio imperialista en el mundo. El apoyo de los Stalinistas, los PCs, a los miembros de la Internacional Socialista, como por ejemplo, al ANC y al Partido Laborista Británico demuestra que no se puede confiar en los estalinistas; la capitulación del NPA, el USFI y la “izquierda” a su propio imperialismo, todo demuestra que una nueva internacional es necesaria. La International Committee of the Fourth International (ICFI) presenta una caricatura de una internacional, llamando en general a la “revolución permanente”, sin ofrecer ningún programa para el proletariado mundial sobre Túnez, y solo proclamando que los obreros deben unirse y el espíritu santo de la salvación bajará a ellos. Necesitamos unir a la vanguardia en Grecia, en Francia, en Túnez, en Argelia, en Bolivia, en México, en EE.UU., en China, en Sudáfrica, en el Congo, etc. en una internacional. Esa es la forma para llevar la heroica batalla de la clase obrera a la victoria. Es tiempo de refundar la IV Internacional. ¡Adelante hacia el poder obrero en Túnez!
|